Como activista del Internet Libre y Abierto, ¿por qué debería interesarle la gobernanza de Internet? Las decisiones que se adoptan en foros vinculantes sobre gobernanza de Internet, y los debates mantenidos en foros no vinculantes sobre el tema, incidirán de manera directa o indirecta en su trabajo. Muchas veces estos debates se muestran lejanos del día a día de uno como defensor, pero la definición de narrativas y consensos globales o regionales sobre gobernanza del Internet, tarde o temprano, terminan por impactar en la formulación de políticas y leyes locales, o afectan buenas prácticas y/o estándares técnicos que son empleados localmente.
Al participar en foros de gobernanza de Internet, tendrá la posibilidad de conformar nuevas coaliciones, sumar socios de promoción y defensa, y trabajar con gobiernos y comunidades a los cuales normalmente no tendría acceso. Durante el FGI celebrado en Estambul en 2014, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones señaló que más de la mitad de los talleres del FGI de este año se centraban directa o indirectamente en temas de derechos humanos, y por ende en temas que inciden en Internet Libre y Abierto. Cada vez es más común que organismos de gobernanza de Internet, tanto multilaterales como con multiplicidad de partes interesadas, aborden y debatan temas de neutralidad de la red y ciberseguridad.
Si desea que su opinión sea tenida en cuenta en los debates o la definición de políticas sobre temas vinculados con Internet, deberá interesarse por la gobernanza de Internet.
Si bien participar en procesos de gobernanza de Internet es de gran importancia para los activistas de Internet Libre y Abierto, también es crucial entender algunas de las falencias y desafíos que plantea hoy la gobernanza de Internet.
En el verano de 2013, la comunidad de gobernanza de Internet se sorprendió tras las revelaciones de Edward Snowden sobre vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (National Security Agency, NSA), y desde entonces el derecho a la privacidad, las garantías frente a la posibilidad de vigilancia y los derechos humanos se han convertido en un tema trascendental de los foros internacionales. Las revelaciones sobre la vigilancia de la NSA fueron uno de los motivos detrás del anuncio de NetMundial en Brasil y un fuerte mensaje de advertencia para actores de la sociedad civil. Se puede decir también que aquellas revelaciones y las acciones de Brasil y otros países, contribuyeron a moldear la posición hegemónica de Estados Unidos sobre Internet. Esto se vio reflejado en la decisión de la Administración Nacional de Gestión de Telecomunicaciones e Información de Estados Unidos (National Telecommunications and Information Administration, NTIA) de traspasar funciones clave vinculadas con nombres de dominio a la comunidad global de múltiples partes interesadas, por medio de un proceso de consulta liderado y mediado por la Corporación para la Asignación de Nombres y Números en Internet (ICANN). El proceso multistakeholder de dos años culminó el 1 de octubre de 2016, cuando el contrato de ICANN con el Gobierno de los Estados Unidos llegó a su fin y la administración de las funciones de IANA se transfirió exitosamente a la comunidad global de Internet. La reacción de las ONG estadounidenses fue de apoyo rotundo a la iniciativa. Asimismo, ICANN está llevando a cabo actualmente un proceso de examen de rendición de cuentas que compromete incluso más su rol en el futuro.
Otro desafío se vincula con la relación, a veces tensa, entre las distintas partes interesadas, concretamente gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. Este desafío plantea además el interrogante de qué rol deberían desempeñar los gobiernos en la gobernanza de Internet. El Programa de Túnez y otros documentos/organismos proponen un rol especial para los gobiernos con respecto a ciertos temas de política pública, como ciberseguridad e implementación de políticas, pero algunos actores de la sociedad civil y la comunidad técnica han instado a reformar el rol de los gobiernos.
Al igual que este desafío, otro interrogante importante que se plantea en los debates internos y externos sobre gobernanza de Internet es si la estructura de gobernanza debería ser centralizada o descentralizada. Actualmente, Internet está conformado por una serie descentralizada de redes y estratos, que resultan complejos y requieren experiencia y conocimientos específicos. Un enfoque descentralizado de la gobernanza de Internet propone múltiples plataformas y organismos, donde las decisiones sobre gobernanza se adoptan en función de la experiencia y la capacidad. Un enfoque centralizado de la gobernanza de Internet sostiene que debería existir un único organismo central (similar a la UIT o la ONU) para la regulación de Internet. Por último, si bien el modelo de multiplicidad de partes interesadas para la gobernanza de Internet permite que defensores y partes interesadas con menor poder participen activamente en debates importantes, aún subsisten interrogantes con respecto al impacto a largo plazo que tendría tal multiplicidad.