Planificación estratégica

A veces quienes impulsan acciones de defensa y promoción suelen enfocarse en aspectos tácticos (como protestas o lobby) antes que en la estrategia, sin embargo no basta con que una táctica sea elocuente o interesante si no es eficaz a la hora de cumplir sus objetivos mayores de defensa y promoción de una causa. Ahora ya que conoce el concepto y los distintos tipos de defensa y promoción, es momento de analizar la planificación estratégica. La planificación estratégica es un método sólido de planificar para un objetivo concreto, que toma en cuenta múltiples factores organizacionales y externos. La planificación estratégica de iniciativas de defensa y promoción permite potenciar su impacto y efectividad. Hay numerosos métodos que resultan útiles a efectos de desarrollar su planificación estratégica, pero en este curso nos referiremos al Diagrama de Estrategia GROW. GROW aborda los principales pasos para la planificación estratégica y es una herramienta que se puede compartir y adaptar fácilmente a sus propios grupos y coaliciones.

Si bien en los módulos siguientes aplicamos el modelo GROW como un método de planificación estratégica versátil y fácil de usar, hay muchas otras metodologías de planificación estratégica utilizadas que podrían resultarle de utilidad según sus preferencias personales. Una de ellas es la Teoría del Cambio (TC), utilizada por organizaciones como Oxfam, Ford Foundation, Open Society Foundations, Hewlett y Avina. La Teoría del Cambio se centra en formular objetivos a largo plazo y trabajar en forma retrospectiva para trazar un mapa donde se identifiquen los resultados tempranos, las condiciones previas y los indicadores que debe alcanzar para concretar tales objetivos.

Formular objetivos

Imagen: cortesía de usuario de Flickr plnaugle, proporcionada bajo licencia CC BY-NC-SA 2.0

La primera categoría del Diagrama GROW y de numerosas guías de planificación estratégica consiste en fijar un objetivo o grupo de objetivos, y por ello antes de adentrarnos en el tema de la planificación estratégica, es conveniente hablar sobre qué constituye un objetivo bien estructurado. Una pauta general para formular sus propios objetivos es asegurarse que estos cumplan los parámetros SMART, es decir, que sean específicos, medibles, factibles, relevantes y con un plazo determinado. Es importante que un objetivo sea más específico que general, para que usted pueda invertir adecuadamente sus recursos y así se incrementen las posibilidades de alcanzarlo. Un objetivo medible es aquel en el cual usted puede formular indicadores o criterios específicos que le permitirán medir los avances conseguidos. De manera similar, los objetivos factibles son aquellos que pueden alcanzarse empleando los recursos con los que cuenta o que puede conseguir.

Un aspecto sumamente importante para la formulación de sus objetivos es asegurarse de que sean relevantes. Un objetivo relevante es aquel que esta de acorde con su misión o la de su organización, y que lo ayudará a satisfacer un objetivo personal o organizacional mayor. Por ejemplo, una organización de derechos digitales cuya misión general sea incrementar el acceso a Internet consideraría relevante el objetivo de “ampliar el acceso a Internet en escuelas en un 50% para 2015”, mientras que “duplicar la cantidad de automóviles eléctricos para 2015” no sería relevante.

Por último, sus objetivos deben tener un plazo determinado. Los objetivos con plazo determinado son aquellos para los cuales se fija una fecha límite o prevista de cumplimiento. Establecer un plazo temporal para su objetivo le permitirá asegurarse de que su organización cuente con tiempo suficiente para dedicarse a ello, y refuerza el sentido de la urgencia asociado con su tema concreto.

Además de las características SMART, al plantear sus objetivos organizacionales es importante considerar si estos complementan o, por el contrario, contradicen a los objetivos de otras organizaciones similares (y evaluar también si se está duplicando el trabajo que realizan otras organizaciones), si su objetivo cuenta o no con apoyo de quienes se ven directamente afectados por el tema, si su objetivo conseguirá de hecho algún cambio, y si las aspiraciones podrán ser legitimadas con el apoyo o la investigación desarrollada por terceros – académicos y expertos por ejemplo-.

Por último, otro consejo importante al momento de formular su campaña y objetivos, es tomar en cuenta el “macroentorno” en el cual desarrolla su actividad. Es decir, deberá considerar factores externos sobre los cuales su organización ejerce un control limitado o nulo y que inciden sobre su causa. Estos son elementos que usted deberá tomar en consideración mientras desarrolla su estrategia o la adapta en un momento de revisión. Estos factores se pueden dividir en las siguientes categorías: políticos, económicos, sociales, tecnológicos, legales y ambientales, cada categoría contiene a su vez, distintos factores específicos:

  1. Factores políticos:
    • Cambios en el gobierno
    • Financiamiento
    • Cabildeo (lobby)
    • Conflictos en la arena política
    • Liderazgo político
  2. Factores económicos:
    • Ingreso
    • Tasa de desempleo
    • Tasa de cambio
    • Tasas de intereses
    • Tasa de inflación
    • Temas tributarios
    • Situación económica local y nacional
  3. Factores sociales:
    • Factores éticas y religiosos
    • Cuestiones éticas
    • Demografía
    • Perspectivas de los medios de comunicación
    • Cambios en la ley
    • Historia
    • Educación
  4. Factores legales:
    • Regulación laboral
    • Protección al consumidor
    • Regulaciones específicas de la industria
    • Regulación de la competencia
    • Proceso legislativo y cuerpos legislativos
  5. Factores ambientales:
    • Problemáticas ambientales: internacionales y nacionales
    • Valores de los actores y/o inversionistas

Uno de los métodos más efectivos para confeccionar un mapa de estos es el Análisis PESTLE, y esta guía brinda una plantilla y una “guía paso a paso” para utilizar dicho método.


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