El acceso a Internet ha sido una de las principales áreas abordadas por la gobernanza de Internet, y es asimismo tratada en casi todos los foros (multilaterales y de multiplicidad de partes interesadas), incluidos FGI, UIT, CMSI, OCDE, Internet Society (ISOC) e incluso ICANN. Asimismo, la mayoría de los organismos regionales o nacionales que se ocupan de temas de gobernanza de Internet, como autoridades nacionales regulatorias de comunicación u organismos políticos regionales, como la Comisión Europea, también incluyen entre sus prioridades la ampliación del acceso a Internet o la necesidad de reducir la brecha digital.
Como se analizó en el Módulo 5, la primera parte de la conferencia de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) se celebró en Ginebra en 2003, y uno de los principales resultados fue el “Plan de Acción de Ginebra”. El Plan de Acción fue formulado para ayudar a orientar a la CMSI y los actores y organizaciones participantes en las prioridades de desarrollo vinculadas con el futuro de la sociedad de la información, e Internet en particular. El Plan de Acción aspira específicamente a “mejorar la conectividad y el acceso a las TIC” como medida clave para implementar la línea de acción, y enumera una serie de áreas donde deberían enfocarse las medidas de acceso, como aldeas, escuelas primarias y secundarias, bibliotecas públicas y centros de salud. Las líneas de acción también mencionan la diversidad lingüística y el rol de los gobiernos en la facilitación del Acceso Universal.
Incluso antes de la CMSI, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), ocho objetivos formulados en 2000 por la ONU con la aprobación de todos los estados miembros con el fin de mejorar la condición humana para 2015, incluyeron poner a disposición “los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular los de las tecnologías de la información y las comunicaciones”, y el texto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobado por la ONU en septiembre 2015 (se pueden considerar la nueva versión de los ODM para 2015-2030) contienen la meta expresa de “ampliar significativamente el acceso a TIC y adoptar medidas orientadas a asegurar un acceso universal y asequible en los países menos desarrollados para 2020”, como uno de los objetivos principales. Uno de los tres sectores de la UIT, el Sector de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT (ITU-D), cuenta con una serie de proyectos financiados entre cuyos objetivos se incluyen conectar a personas y regiones desconectadas, ampliar la inclusión digital y generar capacidades de las TIC para el desarrollo. Una de las iniciativas de la UIT que ha sido replicada a nivel mundial es el programa “Conecta una Escuela, Conecta una Comunidad”.
Dentro del FGI, el acceso a Internet se ha convertido en un punto de debate central de los paneles y talleres, especialmente con mayor participación y asistencia de países en desarrollo y regiones sin acceso. Los debates sobre políticas relativas al acceso a Internet varían desde cómo asegurar un acceso asequible a Internet, hasta cómo garantizar conexión 4G en ciudades o cómo desarrollar redes troncales e infraestructura para el acceso a Internet en zonas rurales. La Carta de Derechos Humanos y Principios de Internet de la Coalición Dinámica sobre Derechos y Principios en Internet incluye el “derecho de acceso y uso de un Internet seguro y abierto” entre los diez principios, y en todos los principios sobre derechos de Internet que mencionamos, se considera al acceso a Internet como una condición clave. De manera similar a los debates sobre políticas del FGI, muchos de los conjuntos de principios abordan el principio de acceso a Internet desde una perspectiva diferente dependiendo de la población cuyos derechos intentan promover.
La UNESCO también tiene un rol importante en este debate. Existen elementos clave de su Constitución que la relacionan directamente con la gobernanza de Internet; su mandato incluye promover “el flujo libre de las ideas por medio la palabra y de la imagen” y ayudar “a la conservación, al progreso y a la difusión del conocimiento”, así como abogar por las “sociedades del conocimiento” (concepto que, a su vez, está asociado con la libertad de expresión y el acceso universal a la información, la diversidad cultural y lingüística y el acceso igualitario a la educación) de acuerdo con la “Recomendación sobre la Promoción y el Uso del Plurilingüismo y el Acceso universal al Ciberespacio” del 2003 y la Resolución de la Sesión 37 de 2013. Todas estas declaraciones constituyen los pilares del trabajo de la UNESCO para la inclusión digital.
Debido al importante rol que tiene el desarrollo de infraestructura y conocimientos técnicos para el acceso a Internet, así como la importancia del acceso al desarrollo económico, social, político, educativo y cultural, se han destinado inmensos recursos, tiempo y dinero a programas internacionales para ampliar el acceso a Internet.
Fuera del ámbito de las organizaciones internacionales, la ampliación del acceso a Internet está siendo abordada por una serie de leyes y políticas nacionales. En América Latina, diversos gobiernos, incluidos aquellos de Perú y Brasil, han adoptado planes nacionales de banda ancha que aspiran a mejorar la infraestructura de Internet y el acceso a banda ancha en ciertas regiones de su territorio, en su mayoría zonas rurales o selváticas. Un factor clave de estos planes de banda ancha, especialmente en Perú, es a menudo la creación de asociaciones público-privadas (APP) entre gobiernos y empresas del sector privado, generalmente Proveedores de Servicios de Internet (PSI), a través de las cuales empresas del sector privado desarrollan la infraestructura o instalan una red troncal para el acceso a Internet. Otras iniciativas gubernamentales se enfocan en brindar un mayor acceso a Internet para estudiantes y docentes. En 2010, se lanzó en Argentina con financiamiento del Ministerio de Educación el proyecto Conectar Igualdad, junto con otras iniciativas, con el propósito de entregar una computadora portátil a cada estudiante del sistema público de escuelas secundarias para el año 2012, y en 2014 se distribuyeron más de 4,5 millones de computadoras portátiles a estudiantes y docentes en Argentina. De manera similar, se han replicado iniciativas de tipo “un niño, una computadora portátil” en la India, Uruguay (de hecho, el programa de Uruguay fue previo al de Argentina) y en muchos otros países, con diferente grado de éxito.
También se han intensificado los esfuerzos de gobiernos y algunos proveedores de servicios por ampliar el acceso a Internet de banda ancha móvil (que se incluye progresivamente en los planes nacionales de banda ancha), ya que en numerosos países en desarrollo es más probable que las personas posean al menos un teléfono móvil antes que una computadora. En 2015, la UIT informó que la penetración de la banda ancha fija se estaba frenando en los países en desarrollo, mientras que el Internet de banda ancha móvil aumentaba rápidamente. A modo de ejemplo, en Costa Rica la penetración de banda ancha móvil fue de más del 36 por ciento en el 2012, es decir, tres veces superior el porcentaje de penetración de la banda ancha fija, y en muchos países desarrollados y en desarrollo, la banda ancha móvil es la forma de banda ancha más utilizada en zonas rurales. Para leer más sobre la situación de la banda ancha móvil en América Latina, considere leer el informe Economía Móvil en América Latina [Mobile Economy Latin America] de GSM Association.
Otra iniciativa que ha sido desarrollada para abordar la cuestión del costo como obstáculo al acceso a Internet es Tasa Cero. Este tema se analizará con detalle en el Módulo 8. Sin embargo, quisiéramos hacer una breve observación sobre Tasa Cero, un programa que crea un sistema de dos niveles de Internet. En primer lugar, ofrece un Internet de primer nivel a aquellas comunidades que sí lo pueden costear, y luego ofrece un Internet de segunda categoría o menor nivel a aquellos que no pueden solventar el servicio. Este tipo de retórica refuerza el paradigma de desigualdad, pues se basa en la necesidad de las personas de escasos recursos y aquellos que no tienen otra alternativa que aceptar un servicio de menor calidad y deben renunciar a la idea de aspirar a un Internet de primer nivel. Las propuestas de Tasa Cero refuerzan las prácticas del mercado, aunque tenga como objetivo cerrar la brecha digital, tal como lo demuestra el caso de Internet.org.
Además de los gobiernos y el sector privado, la sociedad civil desempeña un rol importante al contribuir a que poblaciones conectadas y desconectadas aprendan sobre la importancia de Internet y sus derechos en línea. Por otro lado, y en lo que se refiere a promoción y defensa, además de generar conciencia, las organizaciones de interés público también pueden hacer lobby ante gobiernos y responsables de políticas para que incluyan proyectos vinculados al acceso de Internet en leyes o planes gubernamentales relevantes.