El máximo organismo internacional de gestión del espectro es la UIT, una agencia especializada de las Naciones Unidas. La UIT tiene tres sectores: el Sector de Radiocomunicaciones (UIT-R,), el Sector de Normalización (UIT-T) y el Sector de Desarrollo (UIT-D). El UIT-R se ocupa de la asignación y la gestión del espectro. El UIT-T normaliza las tecnologías de telecomunicación, y el UIT-D trabaja en temas de desarrollo, como por ejemplo, la brecha digital y el impacto de las telecomunicaciones y TICs en el ambiente. Dentro de estos sectores, se investigan aspectos específicos de las tecnologías en el marco de Comisiones de Estudio (CE), en los cuales funcionarios gubernamentales y representantes de actores interesados (empresas, academia y mismo de la sociedad civil) trabajan en la definición de especificaciones técnicas para la implementación2. Una vez conseguidos los resultados, las CE los informan a órganos administrativos de mayor jerarquía, que a su vez los incorporan en tratados internacionales, como el Reglamento de Radiocomunicaciones.
La máxima autoridad administrativa que regula el espectro radioeléctrico es la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR), donde los estados miembros de la UIT negocian los detalles finales y políticos de las Reglamentaciones y establecen prioridades para el trabajo de UIT. La CMR más reciente tuvo lugar en 2015 (CMR-15), y los resultados de la CMR-15 reflejan las intensas negociaciones mantenidas y la amplitud de los temas tratados. El proceso preparatorio de la CMR-15 comenzó ocho años atrás, en 2007, cuando se debatió por primera vez el programa de la CMR-15. Cuando se terminó de definir el programa de la CMR-15 en 2012, los gobiernos comenzaron a organizar grupos de científicos, ingenieros y autoridades de regulación gubernamentales, y les encargaron que redactaran documentos de posición para los países. Estas posiciones de los países se debatieron y perfeccionaron en el marco de reuniones regionales preparatorias previas a la CMR-15, que se desarrolló en 2015 en Ginebra, Suiza. Se llevó a cabo a lo largo de tres semanas y contó con la presencia de cerca de 3.300 participantes de 162 países, y aproximadamente 500 observadores que representaban a actores interesados.
Durante las sesiones de la CMR-15, los participantes debatieron sobre servicios de banda ancha móvil, comunicaciones satelitales, comunicaciones de emergencia, vigilancia ambiental e incluso mantenimiento de la paz. Se ha informado sobre competencia entre la industria satelital y el sector de telefonía móvil para la banda C (3.4-4.2 GHz), y gran parte de la banda 3.6-4.2 GHz se asignó a la industria satelital. Según la industria satelital, esto refleja el temor de que las Telecomunicaciones Móviles Internacionales (TMI) estén consumiendo una proporción excesiva del espectro, así como la importancia cada vez mayor que tendrán las comunicaciones satelitales en el futuro próximo. Sin embargo, a fin de responder a la demanda creciente de servicios de banda ancha móvil, la UIT identificó bandas de frecuencia adicionales para banda ancha móvil y dispuso que se profundizaran las investigaciones para encontrar espectros adicionales por encima de 6 GHz para las TMI.
Otros temas importantes fueron las comunicaciones de emergencia y las medidas de seguridad, incluido el seguimiento global de vuelos para la aviación civil, propiciado por la desaparición de la aeronave de Malaysian Airlines. La CMR-15 priorizó la banda de 700 MHz para servicios de emergencia críticos y asignó la banda de frecuencia 79 GHz a medidas para la prevención de colisiones entre vehículos.
Se prevé que la próxima CMR será auspiciada por la UIT en 2019, y su programa se enfoca en numerosas cuestiones identificadas en 2015, como la competencia entre las industrias de telefonía móvil y satelital, y la investigación sobre nuevas bandas de espectro (por encima de 6 GHz) para una mayor capacidad de banda ancha móvil, que se espera que defina las condiciones para la próxima generación de redes inalámbricas.
En ciertas cuestiones, otras organizaciones internacionales también adoptan roles integrales. Al asignar bandas de espectro para la localización de aerolíneas civiles y especificar las condiciones para la regulación de drones, la UIT trabaja con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para la reglamentación de la aviación.
Los tratados de comercio multilaterales y bilaterales también afectan la gestión del espectro. Si bien estos tratados no asignan bandas de frecuencia radioeléctrica de manera directa, establecen normas que afectan el flujo de bienes y servicios en relación con el espectro, al eliminar barreras comerciales y facilitar tecnologías con una adecuada relación costo-beneficio en el sector de telecomunicaciones. Por ejemplo, los gobiernos en el sistema de la Organización Mundial del Comercio (OMC) celebraron acuerdos vinculantes en los cuales aseguraron que la gestión del espectro en cada país no constituye per se una limitación para el acceso a mercados en determinadas circunstancias, y que los criterios para el otorgamiento de licencias, la independencia regulatoria y la asignación eficiente de recursos son áreas en las cuales deberían eliminarse obstáculos para garantizar el acceso al espectro y su uso.
2: Las partes interesadas podrán interactuar directamente con la UIT registrándose como personas jurídicas o instituciones académicas, o podrán contribuir con las delegaciones gubernamentales. Las partes podrán luego integrar Comisiones de Estudio. Para obtener más información, visite https://www.publicknowledge.org/international-spectrum-management y https://www.publicknowledge.org/news-blog/blogs/itu-wrc-process-should-be-participatory-and-inclusive-of-all-stakeholders